Jornada « Financiación de los proyectos Agritech a través de los fondos de inversión »
Bajo ese título se ha celebrado en el Instituto de Ingeniería de España una interesantísima e intensa jornada sobre la financiación del ecosistema de la nueva revolución que se cierne sobre toda la cadena del sistema agroalimentario.
En la inauguración de la jornada participaron el Presidente del Instituto, José Trigueros, la Presidenta de la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos, Mary Cruz Díaz, y el Presidente de la Fundación Foro Agrario, José Abellán, quienes pusieron de manifiesto la oportunidad de celebrarla teniendo en cuenta que se está produciendo la irrupción de una nueva revolución tecnológica en un sector tan importante para afrontar dos retos: el demográfico y el del cambio climático que, como tales, se retroalimentan.
El presidente de la Fundación Foro Agrario puso de manifiesto que el impacto que produce toda revolución tecnológica y que Joseph Schumpeter llamó la destrucción creativa en su libro “Capitalismo, Socialismo y Democracia”, publicado en 1942, no ha sido ni será extraño para nuestra agricultura ni para la industria agroalimentaria y que lo que importa es afrontarla de modo que nuestro sistema agroalimentario siga siendo tan competitivo y eficiente como lo ha sido en los últimos lustros.
La Jornada se desarrolló en dos partes. Una primera ponencia en la que la periodista Beatriz Romanos Hernando, autora del libro “FoodTech. La gran revolución de la Industria agroalimentaria”, expuso las características de la revolución con la que están irrumpiendo, en todos los eslabones de la cadena, las nuevas tecnologías (big data, biotecnología, inteligencia artificial, robótica, nanotecnología, computación cuántica, drones, led, impresión 3d, etc).
Al menos 20 tecnologías, que complementándose unas a otras, tienen capacidad para cambiar el curso de la historia, provocando un efecto de crecimiento exponencial y de abundancia.
Tecnologías que afectan a la producción primaria, cadena de suministros, industria alimentaria, distribución alimentaria, comercio minorista, restauración, los hogares y, finalmente, a los consumidores con una oferta nutritiva personalizada.
La inteligencia artificial permitirá, por ejemplo, defender de forma más eficaz a los cultivos de las enfermedades que pueden ser más nocivas, como consecuencia del cambio climático, y citó el caso de su aplicación a la localización de centenares de poblaciones de cultivares de lentejas resistentes al hongo de la roya en el área mediterránea, lo que permitirá su hibridación con las variedades cultivadas incorporándole a estas la resistencia al hongo.
Las nuevas tecnologías, además de la resiliencia, provocarán una mayor abundancia y para ilustrar este fenómeno presentó el caso de la producción de vainilla, una de los “flavores” (olores y sabores) más usados en alimentación y cosmética del mundo.
Una especia de alto valor, obtenida de las vainas de una camelia, Vanilla planifolia, cuya producción presentaba, hasta hace poco, unos estándares de control de calidad muy pobres y que en los últimos lustros ha sido sustituida, en más del 90 % del total del consumo mundial, por un producto sintético.
La empresa tecnológica israelí “Vanilla vida” fundada por Oren Zilberman, ha desarrollado técnicas, que, modificando el metabolismo de las vainas de vainilla, potencian sus sabores y aromas para ofrecer un producto natural de más calidad y seguridad para los consumidores. Y la producción se puede hacer a través del cultivo, “rompiendo – según la ponente — el techo de cristal de la naturaleza”.
Otro sector que ejemplifica el proceso de revolución tecnológica actual es el de la producción de lúpulo para la industria cervecera; un producto con una demanda creciente dado el favorable comportamiento del consumo cervecero mundial.