Una corporate finance tiene que tener claro cuál es su tipo según su manera jurídica. Dependiendo del ámbito profesional de la empresa, nos interesará elegir una forma jurídica u otra. Esto es, a fin de cuentas, lo que nos permite desarrollar nuestra actividad sin problemas legales. A continuación, vamos a repasar cuáles son las distintas formas jurídicas para una empresa.
En el caso de negocio o actividad empresarial, con una buena idea no es suficiente. Cierto es que elegir qué se va a producir o qué servicios ofertar, además de encontrar un nicho de mercado adecuado, es fundamental para lograr incrementar los beneficios.
No obstante, por ejemplo, una asesoría financiera debe construirse desde los cimientos. Estos significa que hemos de tener en cuenta, por supuesto, los aspectos legales. En este sentido, vamos a conocer los tipos de empresa según su categoría jurídica, puesto que nos permite tanto implementarlo en nuestro día a día como mantener relaciones B2B con otros sectores.
Las empresas suelen catalogarse según su forma jurídica, tamaño, propiedad del capital y actividad económica. En esta entrada vamos a precisar acerca cuáles son los seis tipos de empresas según su estatus jurídico. Cada empresa elegirá su forma más conveniente, ya que no es lo mismo una dedicada a la fabricación o a la compraventa de bienes, que a la prestación de servicios, por ejemplo, de asesoría financiera.
El primer tipo de empresa que vamos a mencionar es la unipersonal. Se trata del modelo de compañía donde el propietario es el encargado de responder legalmente frente a las personas afectadas por su desempeño. Ejerce la actividad del comercio y su patrimonio sirve como aval. Suelen ser empresas pequeñas o pymes, donde el empresario no cuenta con empleados o su número es inferior a diez.
Entendemos como sociedades colectivas a aquellas empresas cuya titularidad recae sobre más de una persona. Son compañías formadas por socios que, a cambio de una cuota determinada de su patrimonio, participan dentro de la gestión empresarial. En este caso, entre los diversos socios se decidirán las estrategias de marketing, los nuevos productos y los servicios.
Una cooperativa es una empresa que no tiene como fin último el lucro, sino crear puestos de trabajo para cubrir las inquietudes socioeconómicas por parte de sus fundadores. El empresario no se dedica en exclusiva a la dirección de la cooperativa, sino que también puede ser parte activa del trabajo pesado o, además, cliente de su compañía.
Las sociedades comanditarias también están formadas por socios. No obstante, como puede ocurrir con el private equity, los socios cuentan con diferentes tareas y estatus dentro de la compañía. En este sentido, nos encontramos con un primer grupo conformado por socios colectivos, los cuales llevan la iniciativa y acogen responsabilidades ilimitadas. En el otro lado, están los socios comanditarios, cuya responsabilidad de aportación de capital es limitada.
En las sociedades limitadas, los socios tan solo tienen la responsabilidad de responder en relación con su capital aportado. Por tanto, su responsabilidad también está acorde a la cifra y a su participación dentro de la sociedad.
En las sociedades anónimas, la posibilidad de participación y de aportación de capital está abierta para cualquier persona. Cada persona que aporte capitel recibe acciones de la empresa. Una persona o grupo de accionista que sume más del 51% de las acciones tomará las riendas directivas de la empresa.
Ya conocemos cuáles son los seis tipos de empresas según la forma jurídica. Ahora vamos a ver algunos consejos de valor que nos indican cuáles son los modelos apropiados para cada persona interesada en emprender o formar parte de una sociedad.
Anquor Corporate Finance te recomienda informarte bien a la hora de decidir qué tipo de jurisdicción tendrá tu empresa o sociedad. Es una decisión importante, ya que de ella dependen algunos aspectos tan principales como la contabilidad, fiscalidad y responsabilidad dentro del negocio.
Naming and corporate identity by Little Buddha
